A priori, podemos relacionar nuestra estrategia de marketing digital para fidelizar clientes con las herramientas más comunes y utilizadas para ello, como las redes sociales u otras herramientas de medición social, como Google Analytics. Entre las primeras, suele ser más común que centremos nuestra estrategia de marketing en Twitter o Facebook, olvidando otras que nos pueden ayudar incluso más que las convencionales.
Es el caso, por ejemplo, de Instagram. Nacida en 2010 con el objetivo de compartir fotografías y vídeos entre sus usuarios, Instagram posee innumerables ventajas para llevar a cabo una buena estrategia de marketing digital. Con un uso adecuado y profesional, Instagram puede ayudar a todo tipo de empresas, especialmente a las pymes, a desarrollar su estrategia online.
Los usuarios de Instagram constituyen un tipo de público muy específico, suele ser gente joven, adicta a las nuevas tecnologías y a las redes sociales. Además, por su funcionamiento, Instagram es una red social muy interactiva, donde prima la interacción entre usuarios y empresas, por lo que poder llegar al tipo de público que deseamos o, incluso, fidelizar clientes, suele ser más sencillo y más efectivo que en otras redes sociales. Para ello, toda consultoría de marketing que se precie recomienda cuidar todos los detalles, haciendo especial hincapié en el diseño de nuestra plantilla, para que resulte lo más atractiva posible de cara a los usuarios de esta red social, que podrán ser posibles clientes potenciales de nuestra marca o empresa.
Suele decirse que ‘una imagen vale más que mil palabras’. Es cierto. En Instagram, donde prima la imagen fotográfica, podemos lograr un mayor impacto en los usuarios frente a otro tipo de publicaciones. Además, la utilización permanente de ‘hashtags’ puede ayudarnos a tener un mejor posicionamiento SEO.
Instagram es ideal para las empresas que quieran dar a conocer nuevos productos, mostrar todo tipo de contenido visual y crear impacto e interacción social.
